A las personas que nos gusta viajar, conocer nuevos lugares y disfrutar de sus costumbres y gentes, sufrir de aerofobia o miedo a volar es un hándicap importantísimo. En mi último viaje, una amable azafata me vio tal cara de pánico que se ofreció a cambiar mi asiento de la cola del avión por otro de la zona de las alas, ya que es la zona del avión con mayor estabilidad, según me dijo, y es que los tripulantes de cabina de pasajeros son el alma mater del avión para los pasajeros. Su disponibilidad, amabilidad, servicio y tranquilidad entrenada y estudiada en centros especializados como la escuela universitaria Formatic Barcelona, se traduce en resultados y es que en este tipo de centros el futuro tripulante adquiere los conocimientos necesarios para su profesión de una manera sólida, con un profesorado altamente cualificado.
Y de esta forma llegué un poco más tranquila al destino deseado: Florencia, la ciudad del Renacimiento. Esta denominación se debe a que fue precisamente en esta ciudad donde en la segunda mitad del siglo XIV se originó este movimiento artístico impulsado por una de las familias más poderosas e influyentes de la época, los Medicis.
El centro histórico de Florencia fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1983, y en ella destacan, entre otros, los siguientes monumentos que no puedes dejar de visitar:
- Piazza del Duomo. Esta plaza representa el centro religioso y cultural de la ciudad, pues en ella se encuentran:
– La Basílica Catedral de Santa María del Fiore. Conocida popularmente como Duomo, impresiona su espectacular fachada en mármol blanco y verde. La catedral es una de las obras maestras del gótico italiano. Es una de las construcciones más grandes de la cristiandad, solamente superada en tamaño por la Basílica de San Pedro del Vaticano. Su construcción se inicia en 1296 y se remata 170 años más tarde. Destacable es su impresionante cúpula de 114 metros de altura y 45,5 metros de diámetro, todo un reto para la época.
– El Campanile de Giotto. Situada frente a la catedral, es la torre del campanario de la misma. Su construcción datada entre 1298 y 1349 es de estilo gótico y dispuesta en una base cuadrangular de 14,45 metros y una altura de 84,70 metros.
– El Battisterio di San Giovanni. Situado frente a la catedral, el Battisterio está considerado como el edificio más antiguo de Florencia. Su forma es octagonal, destacando en él el mosaico bizantino de su cúpula y las tres puertas de bronce de acceso.
– Ponte Vecchio. El ‘Puente Viejo’ es un puente medieval sobre el río Arno y también el puente de piedra más antiguo de Europa, uno de los pocos ‘puentes habitados’ que se conservan, actualmente ocupado por orfebres, joyeros y comerciantes de oro, si bien en sus inicios y hasta 1593 estuvo ocupado por carniceros y matarifes.
– Piazza della Signoria. Es el centro neurálgico de la ciudad. Su superficie en forma de “L” acoge varios monumentos significativos de la ciudad, como son:
– Palazzo Vecchio. Su construcción entre 1299 y el 1314 semeja una estructura fortificada medieval, de la que sobresale la Torre di Arnolfo de 95 metros de altura.
– Logia dei Lanzi. Construido entre 1379 y 1381, actualmente es un museo al aire libre. En sus soportales se encuentran diversas esculturas de la colección de los Médicis, como el ‘Rapto de las Sabinas’ o ‘Perseo con la cabeza de Medusa’.
– Tribunal de Mercancías. Construido en 1359, en lo alto de su fachada se pueden contemplar los escudos de los 21 gremios de la ciudad.
– Las estatuas. Capítulo aparte merecen las estaturas de esta plaza. Las más antiguas son el ‘Marzocco’ y la ‘Giuditta e Oloferne’, ambas de Donatello. El ‘David’ de Miguel Ángel, y ‘Hércules y Caco’.
– La Fuente de Neptuno. La primera fuente pública de Florencia (1563-1565).
– Los jardines de Boboli. Con una extensión de 45.000 metros cuadrados es el mayor espacio verde de la ciudad. Pertenecientes al Palazzo Pitti y ubicados en su parte posterior, los jardineros fueron abiertos al público en 1766. Grutas, fuentes, estatuas de mármol y un pequeño lago es lo que nos podemos encontrar.
La gastronomía de Florencia
La ciudad de Florencia está enclavada en la región de la Toscana por lo que su gastronomía viene dada por los tradicionales ingredientes de la zona: legumbres, champiñones, almendras, aceite de oliva, carne de caza… destacando platos como la ensalada de tomates con mozzarella, bistecca alla Fiorentina o postres como los cantucci, cenci, brigidini o el zuccotto.