Uno de los temas que más preocupan a los españoles en los momentos en los que nos encontramos es la vivienda. Y la verdad es que no es para menos. España es un país que no para de crecer en lo que a población se refiere y, claro, eso termina ocasionando problemas en lo que tiene que ver con la vivienda si esta es limitada. Eso es lo que viene pasando en el interior de nuestras fronteras y la verdad es que es un tema que afecta a las miles y miles de personas que están buscando comprar u obtener en alquiler una vivienda, algo que se ha convertido en su principal objetivo.
El problema existe en los dos sentidos, no solo para la persona que quiere comprar. El asunto también preocupa a todos aquellos que están intentando vender una propiedad. ¿Por qué? Las razones son sencillas: por un lado, hay una barbaridad de personas que, sobre todo en determinados sitios, desean obtener una vivienda. ¿Cómo saber por quién apostar? ¿Quién ofrece unas mejores garantías para que le concedan una hipoteca desde algún banco? Y, por otra parte, hay determinadas zonas en las que es más complicado vender y en las que hay que saber llegar al cliente potencial. El contexto en el que se ubique la vivienda es clave: no es lo mismo venderla en Madrid que hacerlo en Soria, por ejemplo.
Por tanto, vender una casa podemos definirlo como un auténtico reto. Y, por supuesto, es mucho más complicado si el vendedor procura hacerlo por su cuenta. Si echáis un vistazo a las páginas de anuncios de venta de viviendas, os daréis cuenta de que buena parte de los anuncios que existen no los venden directamente los particulares. Y es que cuesta mucho organizarlo todo y, sobre todo, tomar la decisión correcta. Comprar o vender una vivienda no es comprar o vender una bicicleta. Se trata de una de las inversiones más grandes que realizan las personas a lo largo de su vida y el asunto requiere de una enorme seriedad.
¿Cuál es el método perfecto para vender una vivienda con las mejores garantías de éxito? Podríamos hacer bueno en este caso el refrán que dice que «cada maestrillo tiene su librillo». Tener un método claro es algo que siempre ayuda y hemos querido conocer más de cerca cuál es el método de alguna inmobiliaria. Desde Inmosuma nos han hablado del suyo, al cual han denominado como Método Cimax. Se divide en dos áreas: la primera tiene más que ver con el conocimiento del mercado inmobiliario, la elaboración de un plan de marketing, garantizar una gestión y comunicación continuas con el cliente y garantizar la máxima difusión del anuncio, mientras que existe una segunda área en la que se preevalúa la vivienda, se organiza la visita, se obtiene feedback de parte del posible comprador y se formaliza la compraventa de la vivienda.
Como veis, son bastantes las cosas que hay que tener en cuenta para garantizar el éxito en una operación como de la que estamos hablando. Y todas ellas son importantes. No se puede vender un piso si no se genera una eficaz estrategia de publicidad. Tampoco es posible llevar a buen puerto este proyecto si no hay una comunicación continua con el cliente, o si no se hace una evaluación previa de la vivienda. Cada acción forma parte de un todo, pero no os vayáis a pensar que eso ralentiza el proceso: en la inmensísima mayoría de los casos, contribuye a que se resuelvan más rápidamente, que suele ser lo que le interesa a los vendedores.
¿Por qué quieren cambiar de vivienda los españoles?
Como habréis visto si soléis estar familiarizados con este tema, hay mucha gente que está vendiendo sus antiguas propiedades porque está interesada en ir a vivir a otro lado. Pero… ¿por qué quieren cambiar de vivienda los españoles? ¿Qué razones pueden tener para dejar a un lado una vivienda en la que probablemente hayan tenido recuerdos felices y en la que han crecido o han visto crecer a sus hijos? Un artículo de Fotocasa que se publicó en 2022 comenta cuáles son esas razones, las cuales pasamos a comentar a continuación.
- El espacio suele ser uno de los motivos más recurrentes. El hecho de que se amplíe la familia es una de las razones por las que una pareja puede desear ir a vivir a otro lado en el que esa nueva personita que está en camino pueda corretear sin verse limitada por el espacio.
- El espacio supone un doble motivo porque también lo queremos para teletrabajar, ahora que está tan de moda, o para disfrutar de algún hobby.
- También cambiamos porque deseamos tener jardín, terraza o algún espacio abierto, que son aspectos que determinan la calidad de vida de las personas.
- Puede deberse a que la situación económica que tenemos en la familia ha mejorado y nos podemos permitir una vivienda que entendemos que es mejor.
- También es posible que hayamos encontrado una buena oferta y que eso motive el cambio. O puede ser que el banco nos ofrezca una hipoteca con buenas condiciones.
- Y la joya de la Corona: cambiamos porque nos preferimos mudar a las afueras de las grandes ciudades en lugar de seguir viviendo en el centro. Eso nos suele garantizar más tranquilidad, que a fin de cuentas es lo que queremos cuando estamos casa.
Deben ser muchas las personas que se encuentren en una situación como esa en los tiempos que corren porque la venta de viviendas ha crecido últimamente. De acuerdo a lo que destaca un artículo publicado en la web de Idealista, la venta de viviendas se aceleró un 10% en 2024. Solo en dos comunidades autónomas (Navarra y las Islas Baleares) se presentaban registros peores que el año anterior. Y es que hay toda una generación (la que es menor de 30 o 35 años) que se encuentra buscando su primera casa, mientras que hay otra (la que es más mayor) que lo que quiere es vender la suya para trasladarse a otra que se encuentre adaptada para su día a día, en el que normalmente se encuentran restringidos por los límites de su cuerpo. Todo eso explica que la venta de viviendas usadas suba más que las de obra nueva, según hace saber el artículo al que acabamos de hacer referencia.
Estamos hablando de un producto que es básico en cualquier vida que se precie. Una vivienda es la pieza angular de cualquier proyecto vital. Sobre ella van a girar las actividades que hagamos, los hobbies que podamos emprender, los supermercados en los que compremos, el municipio en el que nos censemos y los vecinos que tengamos. Por tanto, es lógico que sea una decisión sobre la que haya que tener una reflexión profunda. Es algo que, de una manera o de otra, va a seguir marcando nuestra vida dentro de varias décadas. Y, como es normal, nadie se quiere equivocar en relación a algo de tan suma importancia.
Un proyecto que hay que acometer con ilusión
No tenemos que ver una vivienda como una carga ni mucho menos. Vale: es verdad que vas a tener que hacer frente a un pago mensual o a una inversión importante si la quieres comprar «a tocateja», pero siempre tienes que pensar que en esa vivienda que pasa a ser tuya vas a vivir varios de los mejores momentos de tu vida. En ella, crecerán tus hijos o hijas si decides tenerlos. O podrás disfrutar de varios de tus hobbies. U organizarás veladas con familia y amigos. A fin de cuentas, esa vivienda será tu compañera en los momentos más felices y te cobijará en los que resulten un poco más complicados.
Si, además de todo eso, estás a punto de comprar tu primera vivienda, también tienes razones para acometer este proyecto con la máxima de las ilusiones. Y es que la compra de una vivienda te ofrece un montón de posibilidades por el hecho de que vas a poder gestionar el espacio de la vivienda a tu gusto, algo que no se puede decir por ejemplo cuando estamos viviendo de alquiler. Poder realizar una obra, por ejemplo, o incluir los muebles que a ti te gustan, es algo que va a jugar un papel muy importante para conseguir que seas feliz y estés cómodo en la vivienda que hayas elegido para pasar buena parte de lo que te quede de vida.
Seguirá habiendo muchas personas que busquen un nuevo hogar de cara a los próximos años. Si eres una de ellas, es importante que confíes: hay un espacio para ti y lo vas a encontrar. Y, cuando eso se haya convertido en una realidad, vas a disfrutar de él y de las personas que te acompañen en esta aventura, que a fin de cuentas son las más importantes en tu vida. El valor de eso , que no es otro que el valor de la felicidad, es incalculable.