El número de avisos por avería en los hogares aumenta un 55% con la llegada de la nieve. Además, con la llegada del frío aumentan los gastos en calefacción y electricidad.
Para ahorrar al máximo en calefacción, el aislamiento de una vivienda es fundamental. Es importante acondicionar las viviendas para protegerlas del frío y de la nieve.
Las puertas y ventanas son los principales focos de entrada de frío, es aconsejable utilizar aislantes para las juntas, ya que impiden que se cuele el agua tras la descongelación.
Escoge las calderas que tienen un termostato de protección contra heladas que se enciende automáticamente cuando la temperatura baja, para evitar el congelamiento de las tuberías.
Es importante no pasarse con la temperatura, porque establecer la temperatura de la casa a 21 ˚C conseguirás un ahorro de hasta un 20 % de energía. Si se baja la temperatura a 16 ˚C durante la noche, se estaría ahorrando un 13% con respecto a mantenerla encendida a 20 ˚C.
Aísla las tuberías porque cuando las cañerías exteriores están expuestas a las bajas temperaturas, existe el riesgo de que se congelen. Debes envolverlas en un material de espuma que aísle y refuerce.
Sin embargo, si vas a estar fuera de la vivienda en época de frío y no vas a encender la calefacción, es mejor que drene las tuberías para que el agua no se congele y las rompa.
La nieve acumulada en techos se convierte en hielo o se descongela, generando humedades en techo y paredes. Te recomendamos que pidas ayuda a un profesional para solucionarlo.
Utiliza elementos de decoración que sean aislantes, por ejemplo, las alfombras y cortinas de color oscuro absorben la radiación solar y ayudan a subir, la temperatura del hogar.
Te recomendamos que uses cortinas dobles como, por ejemplo, una cortina fina que permita entrar la luz y el calor del sol, y otra más gruesa que no deje pasar el frío nocturno.
También puedes cubrir las paredes con cuadros o estanterías, porque la temperatura de una pared donde hay un cuadro puede llegar a ser 1,5 ˚C más alta que una desnuda.
«Puede sonar extraño, pero la campana de nuestra cocina no solo expulsa aire cuando cocinamos, sino que también puede ser una entrada de frío en el hogar. Por ello, es recomendable taparla con algo, como una sabana de plástico, cuando no esté siendo utilizada», informa el diario La Vanguardia.
Si la vivienda tiene una chimenea es recomendable su mantenimiento, para ellos es importante solicitar los servicios de un deshollinador para limpiarla y acondicionarla para evitar incendios.
Aprovecha el calor que emite el sol para evitar pagar de más en las facturas a final de mes. Deja las cortinas abiertas durante el día para que entre la luz solar y ciérralas cuando el sol se ponga, para evitar pasar frío.
Abrir solo los radiadores que se van a usar y no cubrirlos con elementos decorativos, o usarlos como secadora conlleva que la calefacción tenga que hacer un mayor esfuerzo para ofrecer la temperatura.
Es recomendable colocar un panel reflectante entre el radiador y la pared, porque ayuda a distribuir mejor el calor, recuperando entre un 10-20 % del calor que se pierde hacia el muro.
Para evitar las filtraciones de aire a través de las ventanas debes apostar por ventanas de calidad, porque pueden reducir hasta un 70% las pérdidas energéticas del hogar.
Los profesionales de Crearsur informan que las ventanas de PVC «son una excelente opción para aquellos que buscan mejorar el aislamiento térmico y acústico de su hogar, reducir el consumo de energía y, en consecuencia, ahorrar en la factura de la luz y del gas».
Son económicas y de alta calidad, ya que son un 30% más baratas que las de aluminio y un 25% más aislantes. Esto se debe a la presencia de al menos cinco cámaras de aislamiento integradas en las hojas y los marcos.
Puede utilizarse tanto en casas antiguas como nuevas. El PVC es idóneo para las nuevas construcciones, porque es fácil de instalar, eficaz y asequible.
Son resistentes al calor, al agua, no les afecta la radiación UV y no se deforman. Además, es un material ecológico y respetuoso con el medio ambiente.
Requiere menos energía que el aluminio. También es reciclable casi al 100%, pero debes elegir un PVC sin plomo. Antes estas ventanas eran blancas, pero en la actualidad encontrarás una amplia gama de tonalidades. Incluso, algunos colores imitan la madera, como la ventana de PVC de color roble dorado.
¡Escoge estás ventanas para que tu casa esté bien aislada y, además, estarás respetando el medio ambiente!